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La autora dice: Los personajes son de la magnifica Meyer. Continuació de "Por y para siempre". Adapatción
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CAPÍTULO 41
Jamás imaginé que estaría agradecida por mi súbita racha de crecimiento y desarrollados músculos,
pero es por mi nuevo tamaño y fuerza (sin mencionar la escualidez de Edward) que yo prácticamente
lo cargo todo el camino desde mi auto hasta la puerta frontal de Bree en solo uno cuantos pasos.
Mientras golpeo la puerta de Bree, sostengo su cuerpo y estoy totalmente preparada para tumbar la
puerta si es necesario, pero luego estoy aliviada cuando ella contesta y nos invita a entrar.
Me dirijo al pasillo con Edward a mi lado dando traspiés, me detengo frente a la puerta de añil y miro boquiabierta a Bree cuando esta duda en abrirla.
-Si tu habitación es tan sagrada y pura como tú crees que es, entonces ¿no crees que eso ayudará a
Edward? ¿No crees que necesita toda la energía positiva que pueda tomar?- Le digo, sabiendo que
ella tiene conflictos en dejar entrar la energía “contaminada” de un hombre enfermo y moribundo, lo
cual es tan ridículo que ni si quiera sé por dónde comenzar.
Ella me mira, sosteniendo mi mirada por más tiempo del que mi disminuida paciencia preferiría y
cuando finalmente se da por vencida, yo me apresuro a entrar, dejándola atrás, acomodo a Edward
en el futón de la esquina y cubro su cuerpo con una manta de lana que hay allí cerca.
-El zumo está en mi baúl, junto con el antídoto,- le digo a Bree, mientras le aviento las llaves. -El zumo no estará listo hasta dentro de dos días, pero él se pondrá mejor esta noche, cuando salga la luna llena y el antídoto esté listo. Luego le podrás dar el jugo más tarde, para así ayudar a recuperar su fuerza. Aunque él probablemente ni lo necesite porque de todas maneras todo regresará al principio. Pero de todas maneras, por si acaso.-Yo asiento con la cabeza, deseando poder sentirme la mitad de segura de lo que aparento.
-¿Estas segura de que esto va a funcionar?- Ella pregunta mientras observa como yo saco de mi
bolso la última botella de elixir.
-Tiene que funcionar.- Yo miro a Edward, tan pálido, tan débil, tan... viejo. Pero aún así, él sigue
siendo Edward. Todavía siguen presente trazos de su increíble belleza, estropeados levemente por la
aceleración de los años, dejando como resultado su pelo plateado, su piel casi translúcida y una
línea de arrugas rodeando sus ojos. -Es nuestra única esperanza,- añado, apartándola con la mano
mientras me arrodillo y la puerta se cierra detrás de mí, mientras suavemente aparto el cabello de su
cara y con delicadeza lo obligo a beber.
Al principio él se niega, moviendo su cabeza de un lado a otro y manteniendo su boca firmemente
cerrada, pero cuando queda claro que yo no me voy a dar por vencida, él cede permitiendo que el
líquido fluya por su garganta, mientras su piel recobra el color y el calor. Y cuando el termina la
botella, me mira con tanto amor y reverencia, que yo me lleno de emoción por solo saber que él ha
regresado.
-Te extrañé,- murmuro, asintiendo, pestañeando y tragando con dificultad. Mi corazón está repleto de anhelo, mientras presiono mis labios contra su mejilla. Todas las emociones que me he esforzado
tanto en aguantar durante todo este tiempo, ahora se apresuran por salir a flote, rebosando
alrededor mientras lo beso una y otra vez. -Vas a estar bien,- le digo. -Muy pronto volverás a ser lo
que eras.-
Y mi repentina oleada de felicidad se termina como un globo explotado mientras su mirada se vuelve
sombría y me mira directo a la cara.
-Me dejaste,- él susurra.
Yo digo que no con la cabeza, queriendo que él sepa que no es cierto. Yo nunca lo dejé. Él me dejó.
Pero no era su culpa y lo perdono. Le perdono por todo lo que alguna vez hizo, o dijo, aún cuando ya
es muy tarde, aún cuando ya en realidad no importa.
Pero en lugar de eso digo: -No. No te dejé. Has estado enfermo. Muy enfermo. Pero ya todo terminó
y pronto estarás mejor. Solo tienes que prometerme que beberás el antídoto cuando...- Cuando Bree te lo dé. Esas son las palabras que no puedo soportar. No las diré. No quiero que él sepa que este es
nuestro último momento juntos. Nuestro último adiós.
-Todo lo que necesitas saber es que estarás bien. Pero tienes que tener cuidado con Emmett. Él no
es tu amigo. Él es malvado. Está intentando matarte. Así que tienes que recobrar tu fuerza para
poder vencerlo.-
Yo presiono mis labios contra su frente y sus mejillas, incapaz de detenerme hasta que he cubierto
toda su cara con mis besos y saboreo mis propias lágrimas saladas en la curva de sus labios,
mientras aspiro su aliento, intentando grabar su olor, su sabor, la sensación de su piel. Quiero llevar
su memoria a donde quiera que vaya.
Pero aún así, luego de que le digo que lo amo, luego de que me acuesto a su lado, lo acomodo en
mis brazos y presiono su cuerpo contra el mío. Luego de que me quedo así durante varias horas,
acostada a su lado mientras él duerme. Aún cuando cierro mis ojos y me concentro en mezclar mi
energía con la de él, intentando curarlo con mi amor, mi esencia, mi ser; intentando dejar grabada en
él una pequeña parte de mi. Aún después de todo eso, al momento de irme, él lo dice otra vez.
Una acusación dirigida hacia mí, desde su estado soñoliento.
-Me dejaste.-
Y no es hasta que digo mi último adiós y cierro la puerta detrás de mí, que comprendo que él no se
refiere al pasado.
Él esta profetizando nuestro futuro.
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Hola mis amores! Juuuu... lo se hace por amor... pero todo tiene que terminar bien, no? O no?
Espero que tenga un feliz miercoles :) Me dejan comentarios? Me pueden explicar todo lo que quieran en ellos jeje
Los amo!
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Graciias por dejar tus palabras, estas hacen que quiera seguir escribiendo, y que cada día le ponga más ganas!!