Hola a todo aquel que se tome su tiempo para pasar por este humilde rincón. En este blog, se publicarán mis fics, esos que tanto me han costado de escribir, y que tanto amo. Alguno de estos escritos, contiene escenas para mayores de 18 años, y para que no haya malentendidos ni reclamos, serán señaladas. En este blog, también colaboran otras maravillosas escritoras, que tiene mucho talento: Lap, Arancha, Yas, Mari, Flawer Cullen, Silvia y AnaLau. La mayoría de los nombres de los fics que encontraras en este blog, son propiedad de S.Meyer. Si quieres formar parte de este blog, publicando y compartiendo tu arte, envía lo que quieras a maria_213s@hotmail.com

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domingo, 24 de agosto de 2014

El chico del departamento 512 * Capítulo 13

Disclaimer: Los personajes de Twilight son propiedad de Stephanie Meyer, yo solo los ocupo para jugar un poco con ellos en mi mente loca, esperando que les guste.

Sumary: Fue en una tarde lluviosa en que con la llegada de ella se conocieron, no solo llegando a un nuevo departamento sino también a la vida de alguien más y a partir de ese momento sus vidas se entrelazaron sin pensarlo. Iluminando sus vidas al dar una vuelta de 180°; hasta donde los llevara esta relación que comenzaron sin saber exactamente el cómo comenzó.



EL CHICO DEL DEPARTAMENTO 512 * CAPÍTULO 13
by: AnaLau


Cap13. Un día de campo

Cuando el sol comenzaba a entrar por las ventanas de la habitación de Edward, Bella despertó para maravillarse con la hermosa criatura que la abrazaba.

Edward se veía feliz con una tenue sonrisa en sus labios que lo hacía parecer más a un dios griego con su cabello más alborotado de lo normal dándole un toque rebelde y esos músculos tan bien tonificados que la volvían loca haciendo que el simplemente se viera perfecto.

Se dio cuenta de que el sol amenazaba con despertarle pero se veía tan tierno, tan angelical que no podría permitir que se despertara por culpa de las cortinas que estaban lo suficientemente abiertas como para dejar filtrar la luz del sol, pero la solución era demasiado fácil solo tendría que cerrar las cortinas.

Bella se levantó con mucho cuidado deshaciendo su abrazo con gentileza ya que sabía que si no hacía bien las cosas terminaría por despertarlo o él la apretaría más.

Cuando logro ponerse en pie comenzó a buscar su ropa y al no encontrarla recordó que se había quedado en la sala por lo tanto se puso una camisa de vestir de un color azul claro de Edward que estaba sobre el pequeño sofá que había en la habitación.

Fue hasta las ventanas y las cerro dejando una oscuridad tal que se podría decir que aún era de noche; después decidió que ya que estaba levantada podría enjuagarse la boca e ir a tomar un vaso de agua porque tenía sed y un poco de hambre aun que no era suficiente como para distraerla de regresar a lado de su dios griego en el menor tiempo posible.

Cuando salió de la habitación se encontró con toda la ropa esparcida por todos lados provocándole mucha vergüenza así es que la recogió.

Sabía que no tenía ninguna intensión de vestirse aún le gustaba mucho la camisa ya que era muy cómoda y olía a Edward.

Tomo toda la ropa acomodándola quedando la de ella debajo de la de Edward, se dirigió a la cocina en busca de un vaso y algo de tomar.

Mientras Bella se peleaba con la alacena para no hacer ruido en busca de un vaso, en la recamara Edward se removió al sentir el lugar vacío en donde debería de estar Bella provocando que se levantara de golpe observando todo oscuro por lo que aseguraba que aún era de noche.

Edward no entendía donde estaba su ángel, se levantó y toco en la puerta del baño pero nadie contesto, abrió la puerta pero no había nadie y el pánico comenzó a apoderarse de él porque no la encontraba y el sentimiento de no tenerla a su lado no le era nada agradable.

Pensó en buscar su ropa pero no había nada a la vista hasta que recordó que esta debería de estar esparcida por toda la sala y salió apresuradamente en busca de la ropa, pero se llevó una sorpresa al ver que la ropa estaba "acomodada" en el sofá y a simple vista solo se observaba su ropa pero no la de Bella.

El sentimiento que había sentido momentos antes comenzó a crecer porque pensaba que lo había dejado, “¿porque me ha dejado?, ¿porque me ha dejado?, ¿qué hice para que me dejara? Pensaba Edward mientras dejaba escapar un leve sollozo sentándose en el sofá mientras sostenía su cabeza entre sus manos.

- Edward que te pasa, ¿sucedió algo? – Pregunto Bella a sus espaldas haciendo que el alma le volviera al cuerpo mientras sentía el roce de su mano.

- ¡Bella amor estas aquí! – Dijo Edward muy feliz poniéndose de pie y atrayéndola hacia él – Pensé que te habías ido y que me habías dejado.

- Edward tranquilo aquí estoy solo tenía un poco de sed y tú estabas durmiendo así es que no te quise despertar, de hecho ya iba hacia la recamara pero como se te ocurre que yo me voy a ir – Dijo Bella con la dulzura que la inundaba al verlo en el sofá con la apariencia de un niño pequeño que ha perdido su juguete favorito.

- No sabes cómo me sentí cuando desperté y no estabas a mi lado, no me gusta la sensación de no despertar acompañado por la niña más linda del universo – Dijo Edward mientras la abrazaba e inhalaba su adictivo aroma.

- ¿Qué es lo que llevas puesto? – Pregunto Edward al verla más detenidamente.

Observo que vestía únicamente una de sus camisas que de ahora en adelante se había convertido en su camisa favorita que no solo olía a su propia colonia sino también a ella y eso le gusto demasiado eso sin mencionar que la vista que le otorgaba era simplemente buena.

- Este… yo la encontré en tu habitación y mi ropa está ahí – Dijo Bella poniéndose colorada mientras señalaba el montón de ropa que estaba en el sofá pensando que había llegado el momento de cambiarse de ropa – No te preocupes en un momento me visto.

- Mmm, no te vistas así te ves preciosa, ¿sabes? nunca pensé que me gustarían tanto ese tipo de camisas que solo uso para ir al trabajo.

- La verdad es que es muy cómoda y me gusta mucho, me queda un poco grande lo cual es bueno porque cubre lo necesario.

- Bueno que te parece si dormimos un poco más – Ofreció Edward mientras la jalaba de la mano.

- Creo que ya amaneció ¿y si se nos hace tarde de nuevo? – Pregunto Bella mordiéndose el labio ante la indecisión ya que por un lado quería regresar a la cama junto a Edward y por el otro estaban las actividades que ya tenían programadas.

- ¿De verdad ya es de día?, pensé que aún era de noche pero no te preocupes aún es muy temprano – Contesto Edward mientras observaba un reloj que había en una de las paredes y sin más tomo a Bella en sus brazos acunándola sobre su pecho.

- Edward yo puedo caminar sola – Se quejó Bella.

- Ya lo sé amor pero no sabes lo que me gusta hacer esto – Dijo mientras la levantaba más y la besaba con ternura haciendo que Bella se olvidara de todo.

De esa manera con Edward acunándola en sus brazos y Bella aferrándose al cuello de él se dirigieron de nuevo hacia la recamara.

– Te amo tanto mi dulce Bella – Dijo Edward mientras la acomodaba en la cama y él se colocaba a un lado de ella y la abrazaba por la cintura.

- Yo también te amo – Contesto Bella mientras se acurrucaba en su pecho disfrutando de la sensación de calor que la embargaba en ese momento.

De esa forma se quedaron un buen rato viéndose a los ojos diciéndose tantas cosas con la mirada mientras estaban cómodamente en la cama hasta que tuvieron que levantarse antes de que Alice se le ocurriera venir por ellos.

- ¿Amor que te parece si nos damos un rico baño juntos? – Pregunto Edward mientras le acariciaba la espalda.

- Está bien, pero solo nos vamos a bañar entendido – Dijo Bella muy severa ya que no tenía ni la más mínima intención de hacer esperar a Alice.

- Está bien amor yo no te propuse otra cosa – Contesto Edward con una mirada de inocencia fingida y una sonrisa que escapaba de sus labios.

Ambos se dirigieron al baño metiéndose bajo el chorro de agua caliente disfrutando que ambos lavaban al otro con paciencia y dedicación.

Una vez que terminaron y envueltos en una toalla para secarse y cambiarse Edward recordó su plática inconclusa del día anterior.

– Cariño se me olvidaba que ya no me contestaste nada acerca de la vista a casa de mis padres el próximo fin de semana – Dijo Edward tratando de sonar casual.

- ¿Estás seguro que eso es lo que quieres? – Pregunto una muy dudosa Bella.

- Claro que si además ya te había dicho que ambos están más que ansiosos por conocerte y créeme que cuando le dije a mi padre sobre que verlos seria hasta el próximo fin de semana se mostró muy impaciente y mi madre se va a poner igual o peor que él eso te lo puedo asegurar, es más se me hace raro que no me haya ya hablado y es que ellos son felices mientras vean que yo soy feliz – Dijo Edward destilando amor y respeto mientras hablaba de sus padres.

- Está bien tu dime qué día y a qué hora – Dijo Bella con nerviosismo al saber que conocería a los padres de Edward.

- Qué te parece que sea el próximo domingo por la mañana para recordar nuestros días familiares y poder disfrutar de nosotros el sábado – Ofreció Edward.

- Pero si ese es un día familiar no me gustaría intervenir en los asuntos de tu familia que pasaría si no les gusta a ellos – Dijo Bella externando sus miedos.

- Bella por dios ya te dije que están ansioso por conocerte así que ya deja de preocuparte, mejor vamos a disfrutar del día de campo.

- Está bien ya veremos qué pasa después – Dijo Bella para calmarlo aunque la verdad tenía mucho miedo de que sus padres no la aceptaran.

Tenía muy en claro que no era de su misma clase social y ese era un tema que le preocupaba un poco ya que daría a pensar que ella estaba solamente con Edward por interés y eso no era así.

Bella estaba con Edward porqué lo amaba como nunca pensó amar a nadie, ni siquiera a Jake que ahora solo lo veía como a un hermano mayor que la cuidaba hasta que todo se complicó que a pesar de todo lo que había pasado con él aun le guardaba un gran cariño de hermano.

Una vez estuvieron listos salieron del departamento tomados de la mano directos al departamento de los hermanos Brandon donde habían quedado de verse todos para partir caminado hasta el parque.

Tocaron el timbre y al poco tiempo les abrió una hiperactiva Alice que parecía que daba brinquitos debido a un exceso de cafeína en su organismo.

- Buenos días chicos ¿qué tal les fue? – Saludo amablemente Alice mientras les abría la puerta para que entraran.

- Hola pequeña Alice, estamos bien – Saludo Edward.

- Hola Alice no crees que el café es muy malo para ti – Saludo Bella mientras que la aludida le enseño la lengua como una niña pequeña.

- No me he pasado de café para tu información, lo que pasa es que estoy muy emocionada por la salida y ya está todo listo solo hace falta que lleguen Rose y Jaz. Ha por cierto Edward te tienes que poner de acuerdo con Em y Jaz para que carguen las cosas que nos vamos a llevar – Comenzó a ordenar Alice.

- ¿Es que acaso son demasiadas? – Pregunto Bella porque ¿para que necesitaba de los tres para cargar las cosas? Se preguntó para sus adentros.

- No la verdad es que no son muchas cosas, solo lo indispensable – Dijo la pelinegra señalando un pequeño montón de cosas con una gran canasta llena de comida, algunas mantas para recostarse en el pasto, los utensilios para que pudieran comer a gusto y un par de pelotas para jugar cosa que para Alice solo era lo indispensable.

- Alice yo creo que eso es demasiado – Dijo Bella al ver todo lo que llevaban.

- Claro que no es demasiado… – Alice se vio interrumpida porque en ese momento salió Emmett.

- Bells que gusto me da verte – Dijo Emmett mientras la abrazaba y la levantaba.

- Em no res-pi-ro – Dijo Bella con esfuerzo.

- Emmett bájala que quiero novia para rato, ve que se está poniendo azul – Dijo muy enérgico Edward al ver como Emmett tenía a Bella.

- No sean exagerados, anda ya eres libre – Contesto Emmett poniendo en el piso a Bella.

- Em sabemos que eres un poco efusivo pero para próxima recuerda que tengo que respirar eso es todo lo que te pido – Dijo Bella mientras le daba un abrazo en el que a duras penas sus manos llegaban a juntarse detrás de sus espalda y dándole un ligero besos en la mejilla.

- Bella recuerda que tienes un novio el cual por cierto es muy celoso y parece que quieres más a Emmett que a mí – Dijo Edward con la actitud de un niño pequeño haciendo un puchero que provoco que los hermanos Brandon soltaran una carcajada.

- Edward no exageres sabes que a ti te quiero más… antes de que me digas algo Em sabes que tú eres como el hermano mayor que nunca tuve – Dijo Bella al ver que Emmett iba a protestar.

Después de eso ya no pudieron seguir platicando porque el timbre volvió a sonar anunciando la llegada de los gemelos y Alice se apresuró a abrir.

- Hola chicos buenos días – Saludaron los gemelos mientras entraban.

- Hola Jazzy – Dijo Alice mientras se le lanzaba y lo besaba.

- Rose como has estado – Dijo Edward mientras la abrazaba impulsivamente para que desquitarse de Emmett en un plan de lo más infantil.

Tal gesto hizo que Bella recordara que en un principio ella pensaba que eran pareja y como no pensarlo si se veían perfectos juntos cosa que la entristeció al momento y disminuyo su autoestima porque era consciente de que nunca se podría ver como ella de espectacular vestida de una manera sumamente sencilla.

- ¿Y ahora a ti que mosca te pico he? De cuando acá tan cariñoso – Dijo Rose mientras lo alejaba un poco para ver su cara.

- ¿Que no te puedo saludar y preguntar cómo estás? – Pregunto Edward mientras la soltaba y tomaba a Bella de la mano al percatarse que su estado de ánimo había disminuido un poco.

Edward se imaginó que la baja de autoestima se debía a que ella no entendía que era la mujer más hermosa sobre la faz de la tierra a los ojos de Edward.

- Claro pero es que es muy raro de ti, digo siendo como eres – Dijo con voz fría sin importarle lo que Bella pudiera llegar a pensar.

- Yo sé cómo soy, pero debes de saber que la hermosa señorita que tengo a mi lado me ha cambiado – Dijo Edward con voz dulce acercándose más a ella y dándole un casto beso en los labios.

- Creo que será mejor que nos vayamos antes de que se regresen a donde estaban y no quieran salir de ahí en todo el día – Dijo Emmett de manera sugestiva.

- ¡Emmett cállate! – Dijo Rose dándole un manotazo y Bella se separaba un poco de Edward totalmente colorada.

- ¡Aunch! Rose, pero no te preocupes si quieres podemos hacer lo mismo – Siguió con sus ocurrencias Emmett.

- Tal vez mas tarde, pero ahorita te comportas me entendiste – Dijo Rose con una sonrisa de anticipación.

- Creo que será mejor que nos vayamos antes de que intenten arruinarme mi día – Dijo Alice mientras se acercaba hacia las cosas.

- Está bien quieres que te ayude con algo - Pregunto voluntariosamente Bella.

- No, los chicos se encargaran de cargar las cosas, pero que les parece si mejor las chicas hacemos una pequeña reunión de niñas en mi habitación – Dijo Alice dándose media vuelta hacia su recamara.

- Está bien – Contesto Rose y Bella resignada las siguió dejando que chicos se encargarían de las cosas.

- Bueno si me permites voy a ir al baño – Dijo Rose una vez en la habitación de Alice.

- Bueno ahora que estamos solas dime como te va con Eddy – Pregunto muy intrigada Alice.

- La verdad es que vamos bien estoy muy feliz Alice, pero me dijo algo que la verdad si me preocupa un poco, algo acerca de conocer a sus padres – Dijo Bella sintiendo como el nerviosismo volvía a apoderarse de ella.

- Pero y eso porque te preocupa no creo que sea nada del otro mundo además sus padres son muy buenas personas – Dijo Alice con una nota de cariño y admiración en su voz.

- Lo que me da miedo es que no que se pasaría si ellos no me aceptan y me pidieran que dejara a su hijo yo lo quiero mucho – Dijo Bella estrujándose las manos de solo pensar en que la quisieran alejar de Edward.

- Como crees que ellos no te van a querer y en especial Esme – Rebatió Alice como si lo que acaba de decir fuera la más grande de las mentiras.

- ¿Esme? – Pregunto Bella con curiosidad.

- Es la madre de Edward y la tía de Rose y Jaz aunque es más como una madre para ellos al igual que Carlisle el padre de Edward y son muy buenas personas – Le explico Alice.

- Y se puede saber cómo es que estas tan segura de eso – Quiso saber Bella.

- Eso es muy fácil, porque los conozco Jaz me llevo a conocerlos hace ya algún tiempo cuando hicimos más formal nuestro noviazgo. Hay se me olvidaba ¿qué es lo que vas a llevar puesto para el día que los vas a ver? - Pregunto Alice viendo una próxima salida de chicas.

- La verdad es que no se, ¿de verdad es muy importante? – Pregunto Bella volviendo a ponerse nerviosa.

- Con Esme no mucho ella no es superficial, pero tienes que dar una buena impresión ya sé que vamos a hacer, ¡VAMOS A IR DE COMPRAS! – Grito Alice dando brinquitos sin apenas moverse de donde estaba parada.

- No Alice yo no… no me gusta ir de compras porque eso significa caminar y caminar, andar de probador en probador y gastar dinero innecesariamente – Explico Bella su punto de vista.

- Bella en esto no hay discusión no puede ser que no te gusten las compras así es que alístate porque vamos a ir de compras, ¿cuándo los van a ir a ver? – Sentencio Alice haciendo oídos sordos a las palabras de protesta de Bella.

- Quedamos en que iríamos el domingo – Contesto Bella ya que sabía que era inútil tratar de hacer que cambiara de opinión.

- Genial iremos de compras el sábado – Dijo Alice dando brinquitos.

- ¿Te vas a ir de compras? – Pregunto Rose – ¿puedo ir?

- Claro que si Rose entre más seamos mejor, vamos a acompañar a Bella el sábado – Dijo Alice con la misma emoción.

- Está bien, podre aprovechar para comprarme unos modelitos que vi en una revista – dijo Rose.

- ¿Que no serán algunos de los que modelaste tú? – Pregunto Alice.

- La verdad es que algunos, si – Dijo Rose pegada de sí misma.

- Yo pensé que te dejaban quedarte con lo que modelabas – Contesto Alice.

- ¿Eres modelo Rosalie? – Pregunto Bella que no sabía porque pero hablar con ella la intimidaba un poco.

- Si soy modelo en la empresa de mi tío Carlisle, pero como sabrás Alice mi tío solo me deja quedarme con un par de modelitos y más aún cuando en la colección son muchos como en esta temporada – Respondió Rose a las preguntas de las dos chicas.

- Bueno creo que será mejor que nos vayamos de una vez antes de que los chicos se impacienten al fin y al cabo ya hice lo que necesitaba hacer –Dijo Alice mientras abría la puerta de su habitación para que salieran.

- Chicas pensamos que se habían arrepentido o algo por el estilo, porque se tardaron mucho ya estamos listos para partir – Dijo Emmett haciendo un puchero.

- ¡Bueno a que es lo que esperamos vámonos! – Dijo Alice mientras que cada una tomaba la mano de su respectivo novio.

- Espero que la pequeña duende no te haya torturado mucho – Dijo Edward a Bella haciendo que Alice le enseñara la lengua como una niña pequeña.

- La verdad… - Decía Bella hasta que Alice la interrumpió.

- Yo no la torture y para que lo sepas el próximo fin de semana será solo de chicas ya que nos vamos de compras junto con Rose.

- Pero… - Comenzaba a protestar Edward por el hecho de que le querían quitar a Bella y no sabía que hacer sin ella todo el día ya que sabía cuánto duraban sus salidas de compras de Alice y peor aún si iba con Rose y eso sin contar que le domingo la tendría que compartir con sus padres.

- Pero nada Edward vamos a ir de compras y no admito discusión alguna entendiste – Contesto Alice dejando en claro que no aceptaba discusión alguna.

- Pues qué más da Alice de verdad que contigo no hay quien pueda – Dijo resignado Edward.

- Eso ya lo sé así es que ahora vámonos que se nos hace tarde – Contesto Alice.

- ¡Vamos! – Grito Emmett con mucha alegría.

Salieron los seis con rumbo al parque cerca del edificio donde vivían el cual era el lugar en el que por poco Edward beso a Bella aquella mañana tan extraña en la que sin quererlo quedo enganchada de ella y sin saber que terminaría completa e irrevocablemente enamorado de ella.

Una vez llegaron se acomodaron en el césped donde pegaba un agradable sol y extendieron dos grandes mantas donde empezaban a acomodar algunas cosas de la canasta.

- Chicos ¿quieren que juguemos a algo primero o quieren almorzar de una vez? – Pregunto Alice mientras acomodaba las cosas.

- Que les parece si jugamos un poco antes, para hacer un poco más de apetito – Dijo Emmett mientras tomaba una de las pelotas que habían llevado.

- Muy bien Em lánzala – Dijo Jasper alejándose un poco para atrapar la pelota que Emmett le lanzaría.

- Que les parece si jugamos un poco de vóley solo que sin red claro está y hacemos equipos de tres – Dijo Emmett.

- Pero yo no sé jugar y como sabrás no tengo mucho equilibrio – Le dijo Bella a Edward.

- No te preocupes amor yo te voy a cuidar y veras que nada te va a pasar – Contesto Edward mientras la abrazaba.

- Que pasa Bells tienes miedo a caerte – Se burló Emmett al ver la cara de pánico de Bella.

- Em no la molestes – Dijo Edward.

- No te preocupes Bells yo estaré en tu equipo – Dijo Emmett.

- Bueno entonces ya tenemos el equipo completo – Dijo Edward haciéndoselo saber a Jasper y a las chicas.

- Está bien nosotros vamos a poder con ustedes – Contesto Jasper con determinación planeando ya las tácticas del juego.

- ¡Está bien entonces a jugar! – Grito Emmett dando el saque inicial.

Se desarrolló un juego de sana competencia donde el puntaje estaba parejo obteniendo el primer punto el equipo de Jasper y estaban tan entretenidos que no se dieron cuentas de que unos cuatro niños los observaba y les brindaban su apoyo a los dos equipos.

En uno de los saques Bella que había tratado de esquivar la pelota a toda costa se entretuvo observando a los niños que no tenían más de 10 o 12 años.

- Cuidado – Grito Edward al darse cuenta que no podría llegar a tiempo para golpear la pelota que sin duda si golpearía a Bella.

Al escuchar el grito de Edward Bella golpeo la pelota para evitar que le diera la golpease de tal manera que resulto gracioso haciendo que les diera el punto de victoria.

- Felicidades amor – Dijo Edward mientras la abrazaba por la cintura la levanto dando vueltas por el aire para después darle un beso cargado de pasión que no pasó desapercibido por los niños que comenzaron a hacer sonidos de asombro o de asco.

- ¡Son novios, son novios! – Gritaban los niños haciendo que Bella se sonrojara mientras que Edward la abrazaba tiernamente.

- Así es somos novios y nos queremos mucho, además gracias a ella ganamos – Contesto Edward con mucho orgullo haciendo que los niños soltaran unas risitas y corrieran por la pelota que Emmett les lanzo pero se le paso la mano.

- Ganamos Bella ¿no que no sabías jugar?, gracias a ti ganamos el juego – Dijo Emmett arrebatando de los brazos de Edward a Bella para darle uno de sus clásicos abrazos de oso.

- Em, no res-pi-ro – Dijo trabajosamente Bella.

- Bueno pero que maña la tuya de quitarme a mi novia anda ve a abrazar a Rose que no quiero que se ponga celosa como yo y no la conoces como es – Dijo Edward mientras volvía a abrazar a Bella.

- Muchas felicidades chicos – Dijo Alice mientras que Emmett iba a abrazar a Rosalie que después de forcejear un rato en sus brazos cedió ante un beso cargado de pasión.

- Ahora entiendo porque es que no tienen muchas muestras de afecto en público esos dos – Dijo Edward mientras la pareja se concentraba en lo suyo y Bella se ponía colorada y trataba de ver hacia otro lado para darles su espacio.

- ¿Ellos también son novios? – Pregunto uno de los niños que regresaban con la pelota.

- Si así es ellos son novios y nosotros también – Contesto Alice mientras tomaba la mano de Jasper – Bueno hay que dejarlos solos un rato porque sabemos que a Rose no le gusta perder.

- Bueno chicos y que les parece si nos acompañan a comer unos sándwiches que he preparado – Ofreció Alice con una enorme sonrisa.

- Nos gustaría pero nuestras madres se molestarían un poco si no comemos lo que ellos nos den, además de que no les van a gustar que hablemos con gente que ellos no conocen así que muchas gracias pero no – Contesto uno de los pequeños declinando amablemente la oferta.

- ¿Están seguros?, bueno si quieren nos podemos presentar y ustedes también por si les preguntan sus mamas y no se enojen, bueno mi nombre es Alice y mi novio es Jasper, ellos dos son Edward y Bella y los dos de haya son mi hermano Emmett y su novia Rosalie – Dijo Alice mientras señalaba a cada uno.

- Mucho gusto – Dijeron los niños al unísono.

- Nosotros somos Christopher, Max, Jenny y Sebastián – Dijo el niño que respondía al nombre de Sebastián que se veía era el de mayor edad.

- Mucho gusto – Dijeron los chicos.

- Bueno nosotros nos vamos y que buen juego nos gustó mucho – Dijeron los niños riendo para después echarse a correr hacia otro lado del parque.

- Eran niños muy agradables lástima que no se quedaron con nosotros – Dijo Alice.

- La verdad es que si eran muy agradables, pero en fin no hay que meterlos en problemas – Concordó Bella.

- En eso tienes razón – Contesto Alice.

- Bueno ¿comenzamos a comer o esperamos a mi hermana y a Emmett? – Pregunto Jasper.

- Que les parece si comenzamos a sacar las cosas para que cuando lleguen ya esté todo listo – Dijo Alice y los chicos asintieron.

Después de un rato regresaron Emmett y Rosalie tomados de la mano y Rose de muy buen humor.

- Chicos que estamos esperando para comer, porque después de una gran actividad física se abre el apetito – Dijo Emmett y Rose le soltó un manotazo – Aouch Rose yo no dije nada malo esta vez.

- Ya te dije que te tienes que comportar – Dijo Rose con una enorme sonrisa en los labios.

- Bueno de hecho ya nada más los estábamos esperando a ustedes – Contesto Jasper con la amabilidad que lo caracterizaba.

Alice comenzó a servir raciones de fruta acompañada de un sándwich para después comer en medio de una charla amena acerca de cualquier cosa y Emmett comento una vez que termino de comer.

- Pequeña duende estoy más que satisfecho pero aun así ¿no crees que trajiste demasiada comida? – Pregunto Edward.

- Es mejor prevenir que lamentar y es un milagro que quedaran algunos aun después de todo lo que se comieron entre ustedes tres en especial tu osito – Dijo Rose señalando a los tres chicos que tenían delante.

- Rose como bien lo dijo Em después de una gran actividad física da mucha hambre, además estaban deliciosos – Se justificó Edward.

- Entonces supongo que ustedes todas las mañanas despiertan con un gran apetito ¿verdad Ed? – Dijo de manera sugestiva Emmett haciendo que Bella se pusiera roja al entender el sentido de las palabras de Emmett.

- ¡¡Emmett!! – Le regaño Rose por su comentario.

- Ya Rose me voy a quedar calladito pero no te vayas a enojar – Dijo Emmett haciendo un puchero que lo hacía ver muy tierno con un estilo que solo los Brandon podían tener.

- Está bien, pero recuerda que ya tienes que dejar de hacer ese tipo de comentarios – Respondió Rose.

- Está bien cariño pero sabes que esa es mi naturaleza – Dijo Emmett.

- Bueno basta de hacer comentarios sin sentido – Dijo Alice poniéndose de pie – Que les parece si damos un pequeño paseo por el parque para hacer digestión de todo lo que se comieron.

- ¡Me parece genial! – Dijo Jasper estirando su mano para ayudar a levantar a Alice.

- Está bien que les parece si damos un paseo en parejas y nos vemos en un rato – Dijo Emmett al que la idea le seducía demasiado y pasar un rato a solas con Rose para terminar de afianzar la propuesta que le hizo para esta noche.

- Me parece perfecto solo que hay que quedarnos cerca de la canasta para vigilarla para no perder nuestras cosas – Dijo Alice

- No te preocupes Alice nosotros no nos vamos a distanciar mucho pueden irse tranquilos – Dijo Edward regalándoles una sonrisa.

Las tres parejitas se fueron caminado tomados de la mano, Alice hablando de un vestido que acaba de ver en una tienda y Jasper tomándola de la mano y adorándola con su paciencia infinita que tanto lo caracterizaba; Rose sucumbía ante las ocurrencias de Emmett que le hablaba de cuanto la amaba y la deseaba y de lo feliz que era a su lado y por ultimo cumpliendo su palabra de no alejarse mucho Edward y Bella que se dirigían a un enorme árbol rodeado de un lindo y brillante césped que ambos inmediatamente reconocieron como aquel sitio en el que Edward quedo hipnotizado de Bella.

- Amor nunca te pedí disculpas adecuadamente por lo que paso y lo siento – Dijo Edward mientras la tomaba de las manos y se sentaban debajo del árbol.

- No entiendo a qué te refieres – Dijo una muy confundida Bella.

- El día en que casi te beso, si tú no te hubieras movido yo no me hubiera detenido y te abría besado lo deseaba tanto y no entendía por qué y cuándo te fuiste me sentí sumamente extraño y sin pensarlo te seguí necesitaba verte aún tenía ganas de besarte, pero a medio camino me di cuenta que eso era algo que no podría hacer pero ni por eso me detuve y me conforme con platicar conocerte más a fondo y desearte más y lo peor del caso es que yo nunca me di cuenta de cuánto te necesitaba y me atraías hasta que sucedió el incidente con Mike necesitaba probar si tus labios eran tan dulces como parecían y la verdad es que son mejores – Dijo Edward mirando con mucha intensidad buscando que ella viera que era verdad todo lo que decía.

- ¿De verdad?, yo no supe ni que hacer ni porque te acercabas de esa manera y para mí lo más lógico era irme de ahí porque además yo pensaba que tu novia era Rose y a mí nunca me ha gustado interferir en las relaciones de los demás – Explico Bella también sus razones.

- ¡Oh!, mi dulce Bella – Dijo Edward callándola con un beso cargado de amor – No sé cómo pudiste creer que tenía algo con Rose que para empezar es mi prima y después ella no es mi tipo, yo nunca podría tener nada con ella incluso si no fuera parte de mi familia eso es simplemente imposible.

- Bueno es que hacen una bonita pareja y… - Decía Bella hasta que se vio interrumpida por Edward.

- No, Bella detente y hablemos de otras cosas, tu eres mi novia te amo y eso es suficiente al menos para mí sí lo es – Dijo Edward con gran determinación y fiereza.

- También para mí, lo siento si es que hice que te enojaras no fue esa mi intensión – Dijo Bella bajando la mirada sintiendo ardor en sus mejillas provocado por el sonrojo.

- No estoy enojado Bella simplemente quiero cambiar de tema no sin antes dejarte bien en claro que solo te amo a ti y eso no va a cambiar – Sentencio Edward dando por terminada esa platica.

- Está bien – Estuvo de acuerdo Bella.

- Bueno y ahora voy a hacer lo que quería hacer en aquella ocasión – Dijo Edward mientras la acomodaba sobre el césped.

- ¿Qué es lo que…? – Bella no tuvo tiempo de continuar porque Edward la beso de esa manera en la que quiso besarla en aquella ocasión.

Edward disfruto como nunca de sus dulces y adictivos labios, del calor que lo embargaba por completo y lo más importante de ese amor que ambos se profesaban y que se podía sentir en el aire pero como siempre esa maldita falta de aire hizo que se separaran.

- Esto fue algo de lo que te perdiste en aquella ocasión – Dijo Edward mientras se acomodaba a su lado.

- Que lastima que me lo perdí – Dijo Bella chasqueando la lengua.

- No te preocupes amor ese beso te lo puedo reponer cuando quieras porque hay muchos más de donde vino ese – Dijo Edward regalándole una hermosa sonrisa torcida.

- ¡Oh muchas gracias! lo tendré en cuenta pero ahora solo quiero que me abraces y que disfrutemos del sol que está muy agradable como pocas veces – Dijo Bella acurrucándose al lado de Edward.

- Bueno es verdad que hace un muy buen clima el día de hoy – Estuvo de acuerdo Edward.

- Pues fíjate que cuando vivía en Forks si había unos cuantos días soleados al año era muchos y eran contados con los dedos de las manos – Comento Bella mientras contemplaba el cielo.

- Cuéntame más acerca de ese lugar, claro si el tema es de tu agrado – Dijo Edward sintiendo como la curiosidad comenzaba a adueñarse de él.

- Bueno es un lugar bastante frio, húmedo y en exceso verde, llueve casi todo el año, pero ese era mi hogar porque ahí es donde están mis padres y ellos son felices ahí y en mi opinión me hubiera justado regresar a Phoenix pero en fin – Dijo Bella encogiéndose de hombros.

- Entonces ¿cómo de un lugar muy soleado como es Phoenix llegaste a Forks? – Siguió expresando sus dudas Edward.

- Bueno mi papa es policía y trabajaba en la comisaría de Phoenix hasta que le ofrecieron ser el sheriff en Forks, lo consulto con mi mama y aceptaron porque querían vivir en un lugar más tranquilo y seguro – Le explico Bella.

- ¿Pero a ti no te pidieron tu opinión? – Pregunto de nuevo Edward.

- Bueno en ese entonces yo tenía unos 7 años y me preguntaron que si me quería cambiar de casa y yo les dije que sí, pero nunca me dijeron que tendríamos que dejar el sol y así fue como llegamos a Forks.

- ¿Pero entonces fuiste infeliz en ese lugar?

- No, nada de eso tenía mis amigas Letty, Jenny y Clara además de que tenía Jake que lo conocía desde que éramos casi unos niños debido a que mi padre y el suyo son grandes amigos como ya te lo había mencionado en alguna ocasión y esa fue otra de las razones por las que mi padre acepto el puesto ya que no íbamos a llegar a un lugar que nos fuera completamente desconocido.

- Bueno todo lo que me dices suena muy interesante, pero aun así ¿nunca les dijiste que lo que más te gustaba era vivir en un lugar en el que el clima fuera más agradable? – Quiso saber Edward.

- Bueno la verdad es que todos los que me rodeaban me hacían sentir muy cómoda y me acostumbre al hecho de vivir en un lugar en el que el sol es muy escaso, pero lo mejor vino cuando me tuve que marchar a la universidad y fue que yo aproveche para ir a un lugar soleado y lleno de calor, pero aun así me faltaba el calor de hogar que solo se sentía en mi casa en compañía de mis padres – Termino de explicar Bella.

- Bueno en eso estoy de acuerdo contigo la verdad que no hay nada como el calor de hogar, yo también deje a mis padres durante algún tiempo y me fui a estudiar a otro país, París para ser más exactos, pero en cuanto llegue al que sería mi nuevo hogar me sentía solo porque no los tenía a ellos sentía que me faltaba algo – Confeso Edward y esa información no la había compartido con nadie.

- Bueno hay algo que no entiendo si es que sentías que te faltaban por es que ahora vives solo, ¿cuándo regresaste viviste con ellos hasta que quisiste independizarte? – Pregunto Bella aprovechando que ahora ya podía saciar su curiosidad.

- La verdad es que cuando regrese aquí no pude vivir más de un par de meses en casa de mis padres hasta que encontré un departamento que fuera mío, pero para no alejarme completamente de mis padres fue que acepte trabajar en la empresa con mi padre empresa que algún día voy a tener que dirigir yo y con esos argumentos mi padre me convenció.

- ¿No estabas seguro de sí querías era manejar la empresa de tu padre en algún momento de tu vida? – Pregunto Bella.

- La verdad es que no lo sé con certeza, pero no podía defraudar de tal manera a mis padres era lo mínimo que debía hacer por agradecerles todo lo que me dieron y que me siguen dando – Dijo Edward destilando mucho amor y respeto a sus padres.

- Se nota lo mucho que amas a tus padres por la manera en la que hablas de ellos, pero lo que me sorprende mas es que nunca me haya dado cuenta de que los frecuentes – Dijo Bella pensativa.

- Es que no los frecuento mucho, a mi padre es al que más veo y eso debido a que trabajo en el mismo lugar y a mi madre la veo de vez en cuando ya sea cuando se le ocurre ir a ver a mi padre o cuando esa es la excusa que da para verme a mí, me distancie mucho de ellos porque no podía ver a los ojos a mi madre que tanto me ama – Admitió Edward bajando la mirada y con tono de culpa.

- Pero me supongo que es algo que ya arreglaste verdad, digo sino no me puedo explicar el porqué es que me estas pidiendo que los vayamos a ver – Dijo Bella sin entender porque se sentía culpable.

- La verdad es que si ya hay un motivo por el cual yo deba de sentirme orgulloso de ahora en adelante y me que me da el valor de volver a ver a mis padres y sea el mismo que era de antaño – Dijo Edward apretando con ternura las manos de Bella que descansaban sobre las suyas.

- La verdad es que no entendí gran parte de lo que me contaste, de verdad que lo intento – Dijo Bella más confusa de como cuando empezó.

- No te preocupes mi amor lo entenderás muy pronto, pero por el momento aún no me siento lo suficientemente capaz de contarte acerca de una cuantas cosas sobre mi pasado, solamente te he contado algunas de las cosas deplorables que yo hacía, de la persona en la que me convertí y no es que quiera justificarme pero de verdad es que ese comportamiento tiene una explicación que sé que te tengo que dar, solo te pido un poco más de tiempo – Pidió Edward.

- Mi amor no tienes que explicarme nada yo te amo por cómo eres conmigo, no me importa tu pasado así como estoy segura de que a ti tampoco me importa mi pasado que como la palabra dice es pasado y por lo tanto ya paso y no se puede cambiar ya está hecho y nada lo puede cambiar – Dijo Bella mirándolo con la misma intensidad con la que él la miraba.

- Tienes toda la razón y por eso te amo demasiado, mucho, mucho, mucho – Dijo Edward antes de acercarse a besarla pero se detuvo a un par de centímetros de sus labios al escuchar cómo alguien carraspeaba cerca de ellos girándose de mala gana para ver quién interrumpía tan agradable momento.

- Chicos perdón no es que quisiéramos interrumpirlos, pero creo que lo mejor es que nos fuéramos hacia un techo seguro, ya es un poco tarde y se ha ocultado el sol tras unas cuantas nubes – Dijo Rose con una mirada de disculpa al haberlos interrumpido.

Quien había carraspeado fue Emmett divertido por la situación y en ese momento se dieron cuenta de que de verdad habían pasado mucho tiempo perdidos en su mundo en el que solo existían los dos.

- Ok, me parece una buena idea creo que es mejor que nos vayamos no vaya a hacerlas de malas y quiera llover el día de hoy – Contesto Edward mientras se ponía de pie y ayudaba a Bella a que hiciera lo mismo.

- En eso estoy muy de acuerdo primito, además Alice me dijo que terminaríamos de pasar la tarde en su departamento viendo unas películas que no terminamos de ver el día anterior por lo que les sugiero que se den prisa antes de que llegue Alice y se los lleve a rastras de aquí – Volvió a contestar Rose.

Sin más dilaciones los cuatro se pusieron en marcha hacia el lugar en el que se encontraban todas las cosas que ya estaban comenzando a recoger Alice y Jasper.

Apresuraron el paso y entre los seis lograron recoger las cosas en tiempo record asegurándose de que dejaban todo limpio como lo encontraron yendo después los seis tomados de la mano de sus respectivas parejas en dirección al departamento de los Brandon en donde Alice les había asegurado de que continuarían pasando una agradable tarde que ya no sería por mucho tiempo porque estaban conscientes de que tendrían que trabajar al día siguiente.

Una vez que llegaron y acomodaron las cosas en su lugar gracias a las chicas, los chicos se encargaban de tener todo listo para ver una película en la pequeña sala donde se acomodaron todos y disfrutaron de la compañía, con algunos chistes de Emmett que en algunas ocasiones era causa suficiente para que Rose lo regañara y se ganara un manotazo y todos se rieran por la situación.

Algunos comentarios acerca de la vestimenta de los actores por parte de Alice y Rose que hacían que los demás se les quedaran viendo con cara de que no entendían de que es de lo que estaban hablando incluida Bella que contrario a lo que esperarían los chicos que ella tendría que entenderlas.

Los chicos se dieron cuenta de eso cuando Jasper le pidió amablemente que le dijera a que es a lo que se referían su novia y hermana ella simplemente contesto "no tengo ni la más mínima idea".

Así como comenzaba un día este tenía que terminar y todos se comenzaron a despedir comenzando por Jasper que se llevaba a Alice con el pretexto de darles un poco de intimidad a su hermana y a Emmett por lo que Emmett se puso sumamente contento y los que sobraban eran Edward y Bella así es que también se despidieron de todos deseándoles una buena noche.

- Bueno y ahora ¿en la tuya o en la mía? – Pregunto Edward a Bella mientras se detenían en el pasillo.

- ¿En la tuya o en la mía qué? – Pregunto Bella a su vez sin entender a que es a lo que se refería Edward.

- Si, a tu habitación o a la mía, porque tengo bien decidido que no voy a dormir en un lugar en el que no estés tú, así que te vuelvo a preguntar ¿en tu habitación o en la mía?

- Bueno creo que ahora me toca a mí recibirte en mi departamento a si es que te parece si es la mía – Dijo Bella regalándole una sonrisa tirando un poco de la mano de Edward.

- Sabes sería mejor en la mía para que te pueda llevar de ahí a tu trabajo y no separarme de ti – Dijo Edward hablando al mismo tiempo que Bella porque él estaba confiado en que Bella tenia cosas suficientes en la recamara de él.

- Edward sabes que no es necesario que me lleves al trabajo lo puedo hacer yo sola – Comenzó a protestar Bella.

- Yo sé que eres capaz de moverte sola, pero yo no soy capaz de dejarte ir así como así, tengo que estar seguro de que llegas sana y a salvo a tu trabajo y también recogerte así es que vete haciendo a la idea de que eso es lo que voy a hacer de ahora en adelante – Dijo con mucha determinación Edward ganando la batalla.

- Como veo que no habrá poder alguno que te haga cambiar de opinión no seguiré discutiendo más… por el momento – Dijo Bell mientras Edward le abría la puerta de su departamento, ya tendrían tiempo de discutirlo después.

- Bueno amor siéntete con confianza como si fuera tu propia recamara porque así es, ahora si me permites voy al sanitario a prepararme para dormir si gustas puedes hacer lo mismo aquí
en la habitación o a la inversa como gustes – Dijo Edward encaminándose al cuarto de baño.

- Aquí está bien, no te preocupes – Contesto Bella.

Mientras Edward se metía al baño a cambiarse ella hizo lo mismo para que a los pocos minutos viera salir a Edward con un pantalón de pijama que le hacía ver demasiado sexi y encantador y eso que era un simple pijama.

– Te ves muy bien hasta en pijama – Dijo Bella sin poder contenerse cosa que halago mucho a Edward.

- Bueno tú también te ves bastante bien en pijama – Dijo Edward mientras se dirigía a la cama – Ven aquí – Pidió dándole ligeros golpecitos al lugar vacío de su cama.

- Está bien, de verdad que se ve muy cómodo ese lugar – Contesto Bella mientras corría a acomodarse junto a él.

- Buenas noches mi ángel, descansa que mañana nos espera un buen día – Dijo Edward mientras la abrazaba por la cintura.

- Buenas noches Edward – Dijo al tiempo que se acurrucaba en el pecho de Edward y de daba un pequeño beso y un bostezo involuntario salía de sus labios dejándose llevar hacia el mundo de los sueños.





jueves, 7 de agosto de 2014

El chico del departamento 512 * Capítulo 12


Disclaimer: Los personajes de Twilight son propiedad de Stephanie Meyer, yo solo los ocupo para jugar un poco con ellos en mi mente loca, esperando que les guste.

Sumary: Fue en una tarde lluviosa en que con la llegada de ella se conocieron, no solo llegando a un nuevo departamento sino también a la vida de alguien más y a partir de ese momento sus vidas se entrelazaron sin pensarlo. Iluminando sus vidas al dar una vuelta de 180°; hasta donde los llevara esta relación que comenzaron sin saber exactamente el cómo comenzó.




EL CHICO DEL DEPARTAMENTO 512 * CAPÍTULO 12
by: AnaLau


Cap.12 La Primera Cita

- Está bien, vamos – Dijo Bella resignada dirigiéndose para horror de Bella a un lugar demasiado elegante para su gusto.

- ¿Estás bien? – Pregunto Edward al ver la cara de horror que puso, pero no entendía por qué esa reacción.

- Sí, estoy bien pero ¿Estás seguro de que este es el lugar?– Pregunto atemorizada Bella.

- Claro que si amor y si no te gusta podemos ir a otro por aquí hay varios buenos restaurantes – Ofreció Edward.

- No es eso – Contesto la castaña al ver los demás lugares y todos parecían exigir la misma elegancia – Me supongo que este o cualquier otro por aquí son lo mismo.

Bajaron del vehículo y se dirigieron tomados de la mano hacia la entrada, Bella sintiéndose un tanto insignificante.

- Buenas tardes ¿Tienen reservación? – Pregunto un joven de no más de veinticinco años que hacía de recepcionista.

- No tenemos reservación – Contesto inmediatamente Edward y en ese momento el joven levanto la vista y se dio cuenta de que se trataba de ni más ni menos que de Edward Cullen el único hijo de Carlisle Cullen dueño de uno de las empresas de modelaje más importante del país, lo sabía porque era parte de su trabajo saber ese tipo de cosas.

- Lo siento señor Cullen – Dijo sumamente nerviosorogando porque no armara todo un espectáculo – Déjeme ver debo de tener algo disponible por aquí – Decía mientras leía el libro de registros – Si aquí hay una, ¿mesa para dos verdad?

- Así es – Dijo Edward mientras Bella lo veía atónita. De donde es que se supone que conoce a Edward y ¿porque es que estaba tan nervioso el pobre chico? Pensaba Bella

.- Síganme por aquí por favor – Dijo el joven guiándolos hasta una mesa con un adorno en apariencia sencillo pero elegante.

Edward que llevaba a Bella de la mano se apresuró a abrirle la silla para que se sentara haciendo gala del caballero que era.

- En un momento los atienden – Dijo el joven.

- Muchas gracias – Contesto Bella con una dulce voz y una sonrisa que tenía por propósito tranquilizarlo.

Aquel tono de voz hizo que el chico la viera más atentamente y le sonriera en respuesta olvidándose de que la hermosa joven que le estaba sonriendo estaba acompañada y ¡por quien estaba acompañada!

- Si muchas gracias – Contesto secamente Edward sacando al joven de su ensoñación porque no le gustaba la manera en la que veían a su Bella olvidando que no venía sola.

- Disculpe y permiso – Dijo el chico de nuevo nervioso al darse cuenta de que quedo idiotizado con la acompañante de Edward Cullen y sin más se fue a localizar al mesero que los atendería.

- Oye no tenías que ser tan grosero con el pobre chico que no viste que estaba muy nervioso – Le regaño Bella y eso a Edward no le gustó mucho que digamos.

- No te compadezcas de él, si vi cómo te comía con los ojos en mi cara – Refunfuño Edward.

- Eso no es cierto solo estaba nervioso y al parecer te tenía miedo y no entendí el porqué.

- Eres tan inocente mi dulce Bella, pero entiende que no me gusta que te vean como él te vio, eres mía y en cuanto al porque me tiene miedo no es solo a mí, pero esa es otra historia solo digamos que gracias a mi apellido mi familia y yo gozamos de ciertos privilegios y somos conocidos en diversos lugares – Trato de explicar Edward.

- ¿Qué tiene que ver tu apellido? – Pregunto Bella un poco extrañada ya que nunca habían hablado de su familia y no entendía lo que le quería decir.

- Buenas tardes, mi nombre es Julio y voy a ser su mesero esta tarde aquí está el menú – Dijo mientras le extendía un par de carpetas a los dos – ¿Se les ofrece algún aperitivo o alguna bebida?

- ¿Me podría traer una naranjada por favor? – Dijo Bella al ver que Edward le indicaba al mesero que la atendiera a ella primero.

- Claro que si señorita ¿algo más? – Le pregunto a Bella y ella negó con la cabeza – ¿Señor? – Pregunto Julio ahora dirigiéndose a Edward.

- Agua está bien por el momento, gracias.

- En un momento se la traigo – Y se retiró.

Edward se quedó viendo a Bella que hacía gestos raros mientras leía el menú que le habían dado.

- ¿Qué pasa amor, no te gusta? – Pregunto Edward pensando en qué lugar es que el que le podría gustar.

- La verdad es que no entiendo más de la mitad de los platillos que están en el menú y además esto es muy caro Edward – Se quejó Bella ya que no se podía imaginar cómo le iba a hacer para pagar, pero tampoco le agradaba la idea de que el gastara tanto dinero en ella.

- Amor si gustas puedo ordenar por ti y en cuanto al dinero eso no es ningún problema yo te invite.

- Pero… - Iba a protestar Bella pero Edward no se lo permitió.

- Anda amor deja que te consienta – Dijo Edward haciendo un puchero al estilo Alice que derritió a Bella de inmediato.

- Está bien, pero para que me consientas como tú dices no necesitas gastar tanto dinero en mi yo simplemente soy feliz a tu lado – Dijo Bella mientras le acariciaba la cara con una de sus manos, le encantaba la textura de su piel y las vibraciones que le enviaban a todo el cuerpo.

- Yo también soy también soy feliz a tu lado y no me importa gastar mi dinero contigo y lo hago porque quiero – Dijo Edward sumamente feliz comprobando que ella si era diferente y esa era la más pura de las verdades.

Edward sabia que daría todo lo que tenía con tal de hacerla feliz y eso le dio más valor para que le pudiera contar acerca de su familia ya que dijo que lo único que necesitaba era a él, a Edward el hombre no a Edward el hijo de Carlisle Cullen heredero de una gran fortuna y una de las empresas más importantes del país y a nadie más que a él.

- Disculpen aquí están sus bebidas – Dijo el mesero sin la intención de ser entrometido – Gustan ordenar ¿o todavía no?

- Si nos gustaría ordenar – Dijo Edward – Mmm, a mí me trae la terrina de salmón por favor.

- ¿Algún vino en especial con el cual lo quiera acompañar? – Pregunto el mesero mientras anotaba la orden en un cuadernillo.

- Si una copa de Chardonnay por favor. Amor ¿quieres que ordene por ti? – Le pregunto dulcemente a Bella y ella solo asintió al ver incrédula la manera y la elegancia con la que Edward hacia su pedido – ¿Gustas algo ligero como una ensalada? – Volvió a preguntar y ella volvió a asentir –Está bien, a la señorita le trae la ensalada de pollo y uvas por favor – Dijo Edward dirigiéndose al camarero.

- ¿Algún vino en especial para la señorita? – Pregunto con amabilidad el camarero.

- ¿Quieres acompañarlo con una copa de vino blanco también? – Pregunto Edward a Bella un tanto inseguro ya que no sabía si bebía una copa de vino en la comida.

- No yo no tomo, con un poco más de la misma bebida que tengo es suficiente – Dijo tímidamente sintiéndose fuera de lugar.

- Bueno entonces eso sería todo por el momento – DijoEdward regresándole las carpetas a mesero.

- Permiso – Dijo el camarero y se retiró de la mesa con el pedido en mano.

- Bueno, ¿En que estábamos? – Pregunto Bella porque se acordó de la enorme curiosidad del porque es que conocían a su familia y el porqué es que parecía que le tenían miedo.

- Bueno me estabas diciendo que no te gusta que gaste mi dinero contigo – Contesto Edward tomando con dulzura su mano.

- Edward nunca me ha gustado que gasten dinero en mí, ni los regalos y mucho menos me gustan las sorpresas –Contesto Bella como una pequeña de cinco años haciendo berrinche.

- Mi hermoso ángel – Dijo Edward con la voz cargada de muchas emociones, amor, ternura, admiración, orgullo, mas amor – No sabes todo lo que me haces sentir y créeme que a ti te daría todo lo que me pidieras todo y si hay algo que desees solo tienes que pedirlo y lo tendrás en el instante porque te amo mucho – Dijo Edward mientras se inclinaba para besarla.

Cuando sus labios se tocaron sintieron todo ese mar de emociones en el que se encontraban sumergidos hasta el cuellobesándose con devoción y entrega total.

A los pocos minutos les llevaron su comida y mientras comían Bella se sumergió en sus pensamientos era tan intenso lo que sentía por Edward su hermoso Dios griego que tenía delante suyo, no quería ni pensar en lo que le pasaría si se diera cuenta de que ya no le interesaba en lo más mínimo y la dejaba.Estaba tan insegura porque no entendía cómo es que un hombre como él podría estar a su lado así que hablo sin pensarlo dos veces.

- Edward, ¿Puedo pedirte una cosa? – Pregunto Bella con la voz cargada de inseguridad.

- Adelante amor lo que tú quieras, solo dime que es lo que quieres y lo tendrás – Contesto Edward cumpliendo con su palabra, pero al mismo tiempo sorprendido porque no quería volver a pensar mal de su ángel. La amaba tanto que con tal de no perderla le daría lo que fuera ya que él estaba igual o más inseguro que Bella y es que no era de extrañar ya que lo habían dejado muy lastimado y sin las ganas de volver a confiar en ninguna mujer.

- Me puedes decir que es lo que ves en mi como para que me digas que me amas – Dijo en un susurro.

- Oh mi amor – Dijo Edward aliviado por haberse vuelto a equivocar – No sé por dónde empezar, bueno eres una mujer muy hermosa, tienes unos lindos ojos en los que me pierdo con mucha facilidad, tu piel es tan suave y encantadora y más cuando te sonrojas – Dijo mientras le acariciaba uno de sus pómulos y ella se sonrojaba – Unos labios dulces y carnosos que me encanta besar, una sonrisa que te ilumina por completo, dos pies izquierdos que me mantienen entretenido y con pretextos más que suficientes para estarte tocando todo el tiempo, tienes un aroma dulce y frutal que me tiene loco, eres de sentimientos nobles y puros. En conclusión me gustas toda tu porque no eres como ninguna mujer que haya conocido o con la que haya estado – Dijo mientras le besaba la mano para después alcanzar sus labios y entre cada beso le decía un te amo y ella le correspondía con otro beso, cuando terminaron su sesión de besos también terminaron su comida y llego el mesero.

- ¿Les provoca algún postre? Las recomendaciones de la casa son pastel de tres quesos y chocolate, natilla de vainilla, helado de fresas con crema acompañada de galletas dulces o mousse de mango – Recito el mesero.

- ¿Quieres algo amor? – Pregunto Edward mientras sostenía su mano.

- No lo sé estoy satisfecha, pero es que suenan tan atractivos – Dijo Bella mientras sentía como abundaba la saliva en su boca al imaginar suculentos postres.

- ¿Qué te parece si compartimos el postre? – Ofreció Edward.

- Está bien, ¿Qué es lo que más se te antoja?

- Bueno se me antojo el helado, pero te dije que te quería complacer así es que elige el que se te haga más 
apetitoso.

- Está bien que sea el helado, pero le podría poner unas cuantas chispas de chocolate – Pidió Bella dulcemente.

- Claro que si señorita, en un momento les traigo su orden – Dijo el mesero antes de retirarse mientras que Edward le volvía a robar otro beso.

- Oye comportante que todos no están mirando – Dijo Bellaa forma de regaño ya que a ella no le gustaba ser el centro de atención.

- Pero yo no he hecho nada malo – Dijo Edward poniendo cara de niño bueno y además sexi.

- Eso no es justo, haces trampa para que no me enoje contigo – Dijo Bella enfurruñándose como una niña de 5 años.

- Yo no hago trampa amor, lo que pasa es que te soy irresistible – Contesto Edward con una sonrisa petulante.

- Eres un engreído Edward, además no eres tan irresistible como te dices ser – Dijo Bella picando su orgullo y su ego.

- ¡A no! Sabes perfectamente que no te puedes resistir a mí– Dijo Edward mientras le daba un beso con mucha pasión y lujuria contenida haciendo que Bella se olvidara de donde es que estaban y lo jalo hacia ella todo lo que podía, pero el termino el beso dejándola picada y en él se dibujaba una sonrisa aún más arrogante – Te lo dije, no te puedes resistir a mis encantos.

- Disculpen aquí está su orden – Dijo el camarero mientras colocaba la copa de helado en medio de ellos.

- Muchas gracias – Dijo Bella poniéndose más roja que un tomate.

- Permiso – Dijo mesero y sin más se retiró.

- Ahora si te pasaste – Dijo Bella un poco molesta, pero Edward pensaba que podía seguir jugando un poco más.

- Amor te vuelvo a repetir yo no hice nada malo, solo confirmaba mi teoría.- Bueno será mejor que comamos el postre tengo que llegar a mi departamento – Bella pensaba desquitarse y demostrarle que no era tan irresistible, aunque ella sabía que todo lo que él dijo era la verdad.

- Está bien – fue todo lo que salió de los labios de Edward, mientras tomaba su cuchara para probar el helado que de verdad sí que se veía delicioso así es que volvió a tomar más para darle de probar a su ángel 
– Está muy bueno.

- Gracias pero yo tengo manos y solita puedo tomar del helado que quiera – Dijo Bella aun molesta.

- Amor solo te daba un poco para que lo probaras – Fue todo lo que Edward dijo a su defensa al darse cuenta que de verdad si se había enojado.

- Está bien, gracias – Dijo Bella con una dulce sonrisa, ya se desquitaría después. 

Ambos se dieron helado disfrutándolo hasta que se les acabo y Edward pidió la cuenta la cual alcanzo a ver Bella.

- ¡Por dios eso es demasiado!, ¿no se rompió nada o sí? –Pregunto Bella al ver el gran numero que marcaba el totalse sentía culpable de que tuviera que pagar tanto y ella no contaba en esos momentos con mucho efectivo.

- Amor no es mucho, por favor deja de preocuparte – Dijo Edward alejando la nota de su vista y sacando su tarjeta para pagar lo más rápido posible antes de que a Bella se le ocurriera alguna cosa.

- No, oye te prometo que te voy a pagar mi parte en cuanto lleguemos a mi departamento – Dijo Bella.

- Bella te vuelvo a repetir que no es mucho, además yo te invite a comer así es que no tienes nada que pagarme.

- No pero debe de haber alguna manera en la que te lo pueda pagar, no es justo que gastes todo tu dinero en mi – Seguía insistiendo Bella.

- Mira no me importa gastar mi dinero siempre y cuando sea contigo, ahora que si me lo quieres pagar se me ocurre una forma y es más si quieres le incluimos intereses – Dijo Edward cambiando su voz de enojado por la necedad de Bella a un tono más pícaro.

- Está bien y gracias por aceptar que te pague – Dijo Bella sin entender las segundas intenciones con las que Edward hizo el trato.

- Bueno entonces el pago será en especie y consistirá en que no te puedes alejar de mí por el resto del día, para empezar o porque no toda la vida para que amanezcas todos los días entre mis brazos – Dijo Edward mirándola de una manera sumamente intensa que transmitía sensualidad y deseo.

- Yo no me refería a ese tipo de pago, yo te estaba hablando de darte dinero, el dinero que te has gastado en mi – DijoBella mientras se daba cuenta de que el jamás iba a dejar que le pagara.

- Lo siento mucho señorita pero usted quedo en que me iba a pagar de la manera en la que yo quisiera y esta es la manera en la que quiero el pago – Dijo Edward como si se tratara de uno más de sus tantos negocios, aunque nunca había tenido uno tan placentero.

- Pero… - Una vez más se vio silenciada por un dedo de Edward sobre sus labios.

- No hay peros y ya no quiero seguir hablando del tema –Dijo Edward sin darle oportunidad a reclamar ya que en ese momento se levantó, levantándola a ella de paso y recuperando su tarjeta – Amor tú te mereces lo mejor de lo mejor y créeme soy feliz dándote cosas porque tu no me buscas por dinero y eso es lo que me hace amarte aúnmás de lo que ya te amo si es que eso es posible, por favor no te enojes cuando gasto mi dinero contigo porque así yo también soy feliz – Dijo mientras se dirigían al auto y él le dedico una mirada muy tierna rebosante de amor que hizo que las defensas de Bella cayeran y se le olvidara cual era el motivo por el cual es que tenía que estar enojado con él - Te amo mucho.

- Yo también, pero es que no entiendo por qué dices que las mujeres te aman por tu dinero si estoy segura de que muchas mujeres te aman siendo como eres, tu podrías tener a la mujer que quisieras a tu lado – Dijo Bella como si fuera lo más obvio del mundo, como si esperara que se diera cuenta y que de un momento a otro le dijera que tenía razón y la dejara – Eres muy lindo y especial eso sin contar con lo atractivo que eres.

- Muchas gracias amor yo también te amo mucho y en cuanto a tener a la mujer que quisiera es que ya tengo a la mujer que quiero y esa eres tú, pero antes de tenerte a ti las mujeres con las que solía salir estaban conmigo porque así es como yo lo deseaba, por aquel entonces prácticamente las compraba para mí ya que todas se fijaban únicamente en mi dinero y yo no era lindo como tú dices era frio, calculador y solo estaba con ellas un rato hasta que me aburrían porque ninguna supo tocar mi corazón como tú lo haces – Termino Edward parte de su confesión con un dulce beso.Se sentía mal consigo mismo por no ser merecedor del amor que su ángel le proporcionaba, pero ella se sentía en el paraíso por tener a su lado a todo un adonis y su plan para demostrarle que no era irresistible se fue directo a la basura porque lo necesitaba ahora más que nunca sin importar que él volviera a decirle que le era irresistible lo aceptaría con gusto.

Sabía que Edward tenía algo que aún no le contaba y que le habían opacado su brillante mirada de color esmeralda. 

Una vez en su vehículo Bella se acordó de algunos comentariosacerca de su familia.

- Edward hace unos momentos me comentabas algo acerca de tu familia que no entendí, como esta eso de que a tu familia le tienen miedo es que acaso son de temer o algo por el estilo porque no entiendo – Dijo Bella expresando su confusión y temor.

- Nada de eso amor, la gente tiende a pensar que todas las personas adineradas son de cuidado por miedo a que en un arranque de furia o por un simple berrinche de nuestra parte ellos puedan perder sus empleos o cosas por el estilo, mi familia se ha sabido ganar el respeto de los demás ya que son muy amables y altruistas en especial mi madre Esme – Edward hablaba con tanto amor y respeto de sus padres que Bella no dudo nada de lo que Edward le decía – En todo caso el que tiene un temperamento fuerte en la familia soy yo además de mi prima Rosalie y esa es la razón por la que a muchas personas se les ha enseñado que nos deben de temer pero eso es algo que hemos ido manejando con el paso del tiempo.

- Ok pero ¿A qué te refieres con que eres de una familia adinerada? – Pregunto muy curiosa Bella, pero a Edward no le gustaba hablar de ese tema pero se había prometido a sí mismo y a su padre ser sincero con ella.

- ¿Recuerdas que te comente que trabajaba en una gran empresa de modelaje? – Bella solo asintió – Bueno esa es la empresa más importante de modelaje en el país y tiene mucho prestigio y poder a nivel internacional y pertenece a mi familia.

- ¿Qué? O sea que tu familia es muy rica – Exclamo Bella en voz alta entendiendo ahora por qué Mike le habíacomentado de que las mujeres estaban con él por el dinero y como Edward le dijo que prácticamente compraba a las mujeres con las que salía, era compresible por quéno le hablara de su familia, pero ella lo amaba a él y no a su dinero.

- Bueno se podría decir que si, además de que soy hijoúnico – Dijo Edward con ganas de terminar el tema ya que habían llegado al edificio donde vivían, mientras él le ayudaba a bajar del vehículo y la guiaba al ascensor.

-¿Pero que no tendrías que compartir la empresa con losgemelos Hale que son tus primos no? – Pregunto con curiosidad Bella.

- Bueno lo que pasa es que la empresa es de mi padre aunque si tienes razón mis padres quieren a Jasper y a Rose como a sus hijos a si es que me imagino que si algo va a ser para ellos – Dijo Edward con naturalidad

.- Ah, bueno tengo otra duda… ¿porque no vives con tus padres y porque vives aquí? – Siguió con sus 
cuestionamientos Bella.

- Bueno esas son dos preguntas, pero no vivo con mis padres porque me gusta ser independiente, trabajo en la empresa y tengo un salario como todos los que trabajan ahí solo que además de ese sueldo cuanto con las ganancias que deja la empresa – Explico a grandes rasgos Edward.

- Que hay de la segunda pregunta – Dijo Bella.

- Busque un departamento que estuviera a mi gusto y que fuera totalmente mío, así que anduve en su búsqueda hasta que encontré este que tiene muchas cosas cerca entre ella mi trabajo, además aquí la gentes es diferente es más amable y sincera, se podría decir que aquí si tengo amigos de verdad como lo son los hermanos Brandon y que por azares del destino en una de las locuras de mis primos que vinieron de visita cosa que era muy rara Jasper conoció a Alice y desde ese entonces me venían a visitar con mucha frecuencia hasta que se hicieron novios, ellos me integraron a su grupo de amigos, pero aun así a mi gustaba tener mis cosas aparte hasta que te conocí y no me pude separar más de ti y eso es lo que más me 
gusta de este lugar – Dijo Edward mientras bajaban del elevador y se dirigían a su departamento.

- En eso tienes razón es un lugar muy bonito y aquí es donde los conocí a ti y a los chicos con los que la verdad es que me la he pasado genial – Estuvo de acuerdo Bella.

- Bueno que te parece si pasamos a mi departamento y seguimos platicando – Ofreció Edward mientras le abría la puerta.

- Está bien además mañana no tenemos que levantarnos tan temprano – Dijo Bella anticipando lo que pasaría, es decir quería estar con Edward y dormir entre sus brazos.

- Así es que ya tienes planes para la noche y encima de todo piensas dormir aquí conmigo – Dijo Edward demasiado feliz de saber que ella quisiera estar con él por decisión propia.

- Bueno si no quieres en unos momentos me voy, solodéjame que recoja mis cosas – Dijo Bella confusa sin 
entender que Edward estaba sumamente feliz y complacido ante la idea de quedarse con él toda la noche.

- No seas tonta mi pequeña, me encanta la idea de que te quedes conmigo recuerda que además esa es la manera en la que me vas a pagar la deuda que tienes conmigo, es más en lugar de recoger tus cosas deberíamos de ir a tu departamento para que traigas tus cosas para acá.

- Me estás diciendo que quieres que me mude contigo – Dijo realmente alarmada Bella - ¿No crees que vamos muy rápido?

- Amor no hay nada que me agrade más que la idea de vivir contigo, pero tienes razón no podemos ir tan rápido y me estas mal interpretando a lo que yo me refería era a que trajéramos unas cuantas cosas para mañana y no tengas que levantarte temprano para ir a tu departamento y pasemos todo el tiempo que sea posible de aquí a mañana hasta que Alice nos robe nuestra tranquilidad – DijoEdward tranquilizándola.

- Está bien y no te preocupes aquí tengo mi pijama que traje ayer además de una muda de ropa que extra – Dijo rápidamente Bella.

- Eso de verdad me alegra, pero tengo una duda ¿cómo es que traes una muda extra de ropa? – Pregunto un muy curioso Edward.

- Bueno – Comenzó a decir mientras se sonrojaba – La verdad es que no lo sé tal vez simplemente fue 
inconsciente como el hecho de llegar ayer así de repente a dormir contigo, solo sé que traje ropa de más y no esta tan mal para un día de campo – Termino de decir Bella.

- Está bien y ¿Qué es lo que quieres hacer? - Pregunto Edward mientras se acomodaban en el sillón de manera en la que pudieran seguir abrazados.

- No lo sé ¿Quieres que sigamos platicando? La verdad es que me gustaría conocer más acerca de ti y de tu familia– Dijo Bella.

- Bueno, pero ahora que me acuerdo ya que sacaste el tema a colación debo de decirte que esta mañana hable con mi padre y le hable de ti, me dijo que quería que los fuéramos a verles el siguiente fin de semana ya que le comente de la actividad que tenemos el día de mañana – Dijo Edward así como que no quiere la cosa.

- ¿Tus padres quieren conocerme? – Pregunto Bella asustada ante el hecho de que los padres de Edward la 
quisieran conocer, pensaba que tal vez ellos no la aceptarían por no estar al nivel de su hijo.

- Si amor, no te preocupes – Dijo Edward mientras le acariciaba la espalda con la finalidad de relajarla un poco mientras le daba un tierno beso – Ellos están más que ansiosos por conocerte, porque eres la mujer que me regreso a ser el que yo era hace algún tiempo y estoy seguro de que te van a adorar.

- Pero y si no les caigo bien, te imaginas que voy a hacer, recuerda que yo no soy de tu misma clase social – Dijo Bella con la angustia reflejándose en la voz.

- No te preocupes por eso amor claro que te van a aceptar y les vas a caer muy bien, por lo del dinero ya te dije que no es algo a lo que le demos mucha importancia, además lo importante es que vean lo feliz que tú me haces, te amo mucho mi dulce Bella – Dijo con dulzura Edward mientras la estrechaba más fuerte entre sus brazos.

- Yo también te amo – Dijo Bella mientras le daba un beso, recordatorio de que estaba necesitada de él.

Bella se dejó llevar entregándose a ese beso que poco a poco se profundizo hasta que ya no había espacio que separa un cuerpo del otro y comenzaba a estorbarles la ropa, se pusieron manos a la obra y comenzaron a desvestirse mutuamente con calma disfrutando de las sensaciones que este acto les provocaba.

- Eres tan hermosa mi dulce Bella – le dijo Edward mientras la contemplaba su ropa interior demasiado inocente.

- Pero una de las cosas que más me gusta es que eres solo mía y que solo yo te he visto de la manera en la que te estoy viendo ahora – Continuo Edward con la voz cargada de deseo.

Bella al escuchar esas palabras se sonrojo adquiriendo una linda tonalidad sonrosada en su piel haciendo que Edward enloqueciera y la tomara fuertemente entre sus brazos sin llegar a lastimarla abrazándola y dándole un beso.Las manos de Edward se deslizaban tortuosamente lento por su cuerpo llegando a su espalda en donde se encontraba el broche del sujetador que con gran habilidad logro quitar para dejar libres sus pechos que inmediatamente fueron prisioneros de los labios y manos de Edward que se amoldaban a la 
perfección que parecían que estaban diseñadas para encajar perfectamente la anatomía de uno en la del otro.

Ambos disfrutaban al máximo con el trabajo de Edward pero Bella necesitaba más, lo necesitaba todo de él y por esocomenzó a descender sus manos para tratar de llegar a las caderas de él para despojarlo de la ropa que aun tenia puesta.

Bella bajo lentamente disfrutando de todo lo que tocaban sus manos a su paso, sus fuertes pectorales, su abdomen tan bien formado hasta que llego al resorte del bóxer que tomo entre sus manos y comenzó a descender lentamente hasta que sintió el suave tacto del miembro de Edward que al sentir ese dulce e inocente roce soltó un gruñido de placer que demostraba cuanto es que necesitaba hacerla suya.

Antes de que Edward pudiera reaccionar e hiciera alguna otra cosa Bella dejo caer el bóxer y dejando que la curiosidad venciera acerco sus manos temblorosas y volvió a tocar el miembro más que excitado de Edward dejándolo paralizado ya que sabía que ese gesto no era por casualidad aunque si podía 
notar el temblor de sus manos.

Edward sabía que lo estaba haciendo al propósito y no podía creer lo que su ángel estaba haciendo, pero por más que el deseara que Bella continuara y que le diera placer con esas suaves manos él no podía obligarla jamás a que le diera placer de esa manera así que tenía que detenerla antes de que perdiera el control y terminara pidiendo más.

- Bella no lo hagas, detente por favor – Suplico Edward con voz ahogada.

- ¿No te gusta? – Pregunto Bella demasiado inocentepensando en que tal vez lo que estaba haciendo no le 
gustaba o no lo estaba haciendo bien, pero es que tenía tanta curiosidad porque era muy grande.

- No es eso, la verdad es que me encanta p… - Edward se interrumpió en cuanto Bella con una gran sonrisa de satisfacción por saber que está haciendo bien su tarea dio un leve apretón al miembro que sostenía en sus manos inundando a Edward de un placer desconocido hasta ese momento para él y que era proporcionado por la mujer de sus sueños y así es precisamente como él se sentía en un sueño del cual no quería despertar.

- Entonces disfruta – Dijo Bella sin la intención de detenerse.

- No Bella, no te puedo pedir que hagas… - Bella volvió a interrumpir lo que Edward estaba por decirle.

- Shh, la verdad es que tengo curiosidad y lo quiero hacer – Dijo Bella en voz baja debido a la vergüenza que sentía al confesar lo que quería.

Sin darle tiempo a Edward de que volviera a replicar volvió a tomar firmemente su miembro y comenzó a subir y a bajar marcando su propio ritmo, ritmo que estaba volviendo loco a Edward.

- ¡Oh por dios Bella no pares por favor! – Suplicaba Edwardcon voz grave y necesitada mientras masajeaba los pechos de Bella al ritmo que ella había marcado, pero lo que nunca se imagino era que Bella comenzara a agacharse dispuesta a meterse su miembro en la boca. 

Edward sabía que si lo hacía seria su perdición, nunca le hubiera importado si hubiera sido cualquier otra mujerpero ella no era cualquier mujer era su mujer y no quería que hiciera eso por el simple hecho de complacerlo. 

- Detente Bella, eso no… - Decía Edward al tiempo que trataba de separarse pero ella no estaba dispuesta a que la detuvieran quería llegar hasta el final, deseaba hacerlo y lo estaba haciendo.

Introdujo todo lo que pudo del miembro de Edward en su boca y comenzó a subir y a bajar, mientras que con la mano masajeaba la base de su miembro para darle todo el placer que le pudiera dar disfrutando de la suavidad de su miembro, mientras sostenía la cabeza de Bella para marcar el ritmo.

- Bella no puedo más – Dijo Edward cuando comenzó a sentir la proximidad de su clímax, pero no quería terminar en la boca de ella.

- No te preocupes, déjate llevar – Contesto Bella provocando la eyaculación de Edward dentro de su boca 
haciendo que bebiera logrando que Edward se sintiera en el cielo al ver a su ángel dándole todo el placer con su dulce lengua, no pudo aguantar más y la levanto dándole un beso cargado de pasión probándose a sí mismo.

- Oh Bella ha sido simplemente maravilloso – Dijo Edwardmientras la acomodaba sentada encima de él mientras estaba sentado en el sillón.

Ahora era tiempo de que los ambos disfrutaran, sin demora se colocó en su entrada con la intensión de penetrarla, pero en ese momento recordó lo que su padre le había dicho esa misma mañana y se detuvo
.
- Edward que pasa – Pregunto Bella extrañada porque se detuviera así de repente.

- La verdad es que hay algo de lo que tenemos que hablar antes de que continuemos que creo que es muy 
importante – Dijo Edward mirando directamente a Bella a los ojos.

- ¿Qué es de lo que tenemos que hablar?, no puede esperar – Dijo Bella con impaciencia haciendo un puchero porque no continuaba con lo que estaban haciendo.

- Por más que quiera continuar es algo que no puede esperar, veras hemos hecho el amor unas cuentas veces las cuales han sido maravillosas, pero hay una cosa que se nos pasó, no nos hemos estado cuidando y bueno no quiero ser imprudente pero no creo que tu lleves un método anticonceptivo ¿o sí? – Pregunto Edward.

- La verdad es que no se me había ocurrido simplemente me deje llevar, aunque la verdad es que estaba en un tratamiento con pastillas anticonceptivas que me dio el ginecólogo antes de salir de la universidad con la finalidad de regularizar mi periodo que se vio un poco alterado por el exceso de estrés al que estuve sometida, pero el ultimo día que las tome fue la primera noche que estuvimos juntos solo me faltaban un par de días para terminar el tratamiento, lo siento de verdad yo no… - Bella no sabía que más decir, no quería que el pensara que lo que trataba de hacer era embazarse de él para retenerlo.

- No te preocupes amor la culpa es de los dos, pero es que cada que estoy contigo pierdo el control, no te preocupes no creo que estés embarazada porque para tratar de embazarse hay que dejar el tratamiento con unos meses de anticipación o algo así, pero si llegaras a estar embarazada estaría más que complacido por ser el padre de tus hijos, nuestros hijos que espero que sean muchos – Dijo Edward mientras que la besaba para que se relajara.

- ¿Estás seguro que quieres tener hijos? – Pregunto una muy curiosa Bella.

- Claro que sí, siempre y cuando sean contigo pero como me dijiste hace un rato hay que ir poco a poco, por el momento hay que cuidarnos y si estas embarazada pues bien venido sea él bebe – Dijo Edward acariciando las mejillas de Bella con adoración.

- Me parece una buena idea, puedo seguir con el tratamiento ahora con otra finalidad – Dijo Bella mientras 
trataba de recordar donde había dejado las benditas pastillas.

- Mi amor creo que por el momento lo mejor será usar un condón, creo que tengo algunos en algún lugar de por aquí – Dijo Edward mientras se levantaba y abría un cajón.

Recordaba que ahí guardaba algunos condones para cuando se llegara a necesitar pero nunca los había utilizado porque nunca había llevado a ninguna mujer a su departamento así es que ahora ya tenían dueña. 

- Si aquí están qué bueno que aún recuerdo donde los había dejado – Dijo Edward mientras se acercaba a ella mostrándole un paquete nuevo de condones – ¿Quieres continuar?Bella solo pudo asentir verlo desnudo era lo mejor que había visto en toda su vida y la pasión ahí seguía esperando a la másmínima oportunidad para salir a flote.

- ¿Puedo… ayudarte a… ponértelo? – Pregunto Bellamientras se ponía roja como una cereza, no podía creer que ella había dicho lo que dijo.

- Si eso es lo que quieres, sabes que estoy dispuesto a cumplir tus deseos – Dijo Edward demasiado excitado al pensar en las sensaciones que le producían las pequeñas manos de Bella.

Con mucha premura Edward abrió el condón con cuidado para no romperlo y se lo paso a Bella que lo tomo con manos temblorosas, lo tomo con mucho cuidado tratando de recordar sus pocas clases de educación sexual acerca de cómo es que se tenía que poner un condón y lo coloco en la punta de su 
miembro y comenzó a descender mientras lo acomodaba en su lugar convirtiendo esta experiencia en la más erótica de sus vidas.

- Creo que así está bien – Dijo Bella dudosa sobre si había realizado adecuadamente su trabajo.

- Bella de verdad que no sabes todo lo que ocasionas en mí, te deseo – Dijo Edward incapaz de seguirse conteniendo.

Sin poder contenerse Edward se abalanzo sobre ella tomando posesión de lo que él creía suyo o sea toda Bella comenzando con esos carnosos labios que tanto lo incitaban.

Dejo fluir libremente sus manos para que recorrieran todo su cuerpo y se reconocieran mutuamente y de esa forma comenzó esa sensual danza de besos y caricias que estaban llevando a los dos al límite.

Edward se reacomodo en el sofá a modo de quedar sentado y jalo hacia si el cuerpo de Bella para que quedara montada sobre el dándole una espectacular vista de sus pechos y con cooperación de ambos Edward se introdujo dentro de Bella disfrutando la sensación que le provocaba el sentirse uno dentro del otro y completos de nuevo.

Bella comenzó a moverse lentamente marcando un ritmo acompasado y lento cargado de pasión y con mucho amor haciéndole saber lo mucho que lo amaba, poco a poco sus cuerpos iban necesitando más intensidad así es que Bella tomaba más impulso para casi sacar el miembro de Edward de su cuerpo y dejarse caer para empalarse de nuevo con ayuda de Edward que la sostenía de la cardera para lograr más 
impulso y así disfrutar al máximo.

- Te… amo… Edw-ard – Dijo Bella entrecortadamente debido a lo agitado de su respiración – Ya no puedo… más.

- Amor no te contengas – Dijo Edward mientras hacía que Bella tomara más impulso para que las estocadas fueran más fuertes, rápidas y precisas.

Para acelerar el proceso uno de sus dedos se dedicó a masajear su clítoris por lo que no paso mucho cuando Bella sintió llegar el primer orgasmo de la noche que la dejo un poco aturdida, pero aun así se dio cuenta de Edward aun no lo acompaña ycomo pudo se movió sobre él hasta lograr la liberación del orgasmo de Edward.

Mientras trataban de que sus respiraciones fueran más pausadas Bella apoyando su cabeza en el pecho de Edward y el acunándola mientras la besaba con devoción salió de ella dejándoles una sensación de vacío que fue llanada con besos que poco a comenzaron a subir de intensidad.

- Fue maravilloso – Dijo Bella entre beso y beso – No sabía qué hacerlo así fuera tan placentero – Dijo mientras su piel tomaba una tonalidad rojiza – Pero no me gustómucho la sensación de que había una pequeña barreraentre los dos.

-Amor lo sé lo del condón solo será por hoy si tu así lo quieres y vuelves con tu tratamiento, podemos ir al médico a ver que nos recomienda y en cuanto a las posiciones yo te voy a enseñar muchas cosas nuevas que ambos vamos a disfrutar telo aseguro – Dijo Edward mientras no dejaba de besarla.

Al imaginar las posiciones que le gustaría probar con Bella su miembro comenzó a ponerse firme de nuevo, gesto que no pasó desapercibido por Bella y afianzo sus piernas a las caderas de él mientras se entregaban en un beso.

Edward se levantó del sofá llevando a Bella consigo hasta su habitación en donde la recostó con cariño sobre el lecho. 

- Oh amor, parece que nunca tengo suficiente de ti siempre quiero más y más – Dijo Edward con voz gruesa debido al deseo contenido.

- Entonces hazme el amor Edward, hazme tuya una vez más por favor – Suplico Bella.

Edward solo vivía para complaciera inmediatamente haciéndole el amor una par de veces más durante la noche hasta que ambos quedaron rendidos y satisfechos en los brazos del otro sintiéndose rebosantes de felicidad y completos como hace mucho tiempo no se sentían.







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