Hola a todo aquel que se tome su tiempo para pasar por este humilde rincón. En este blog, se publicarán mis fics, esos que tanto me han costado de escribir, y que tanto amo. Alguno de estos escritos, contiene escenas para mayores de 18 años, y para que no haya malentendidos ni reclamos, serán señaladas. En este blog, también colaboran otras maravillosas escritoras, que tiene mucho talento: Lap, Arancha, Yas, Mari, Flawer Cullen, Silvia y AnaLau. La mayoría de los nombres de los fics que encontraras en este blog, son propiedad de S.Meyer. Si quieres formar parte de este blog, publicando y compartiendo tu arte, envía lo que quieras a maria_213s@hotmail.com

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viernes, 30 de septiembre de 2011

Solos tú & yo * Capítulo 19

Adaptación







CAPÍTULO 19:



Cuando llego a casa de Alice estoy un poco nerviosa porque no sé qué esperar. Pero cuando la veo sentado frente a su casa esperando, dejo escapar un leve suspiro de alivio porque sé que las cosas no están tan malas como pensaba.

Me estaciono frente a la casa, bajo la ventana y la llamo:
-Oye, Alice ¡Móntate!

Luego veo cómo ella deja su teléfono móvil, me mira y mueve la cabeza mientras dice:
-Lo siento, pensé que te lo había dicho. Mike me va a llevar.

Yo lo miro boquiabierta, con mi sonrisa petrificada mientras repito en mi cabeza sus palabras.

¿Mike? ¿El novio de Jessica?

¿Desde cuando eres amiga de Mike?- Le pregunto, moviendo la cabeza y mirándolo con los ojos entrecerrados.

Alice se levanta sin muchas ganas, viene a mi lado y, haciendo una leve pausa en lo que estaba escribiendo en su teléfono móvil, me dice:
-Desde que decidí tener una vida, abrirme y expandir mis horizontes. Tal ves tú también deberías intentarlo. Él es bastante buena persona una vez lo conoces
bien.

Yo observo como sus pulgares comienzan a trabajar nuevamente con su teléfono, mientras me esfuerzo en procesar lo que ella dijo. Sintiéndome como si hubiera aterrizado en un universo alterno loco en donde las animadoras chismorrean con góticas y los atletas se la pasan con los raritos del drama. Un lugar tan poco natural que jamás podría existir.

Excepto que sí existe.

-Es este el mismo Mike que te llamo rarita en el primer día de clases?

Alice se encoge de hombros.

-La gente cambia.

Eso parece.

Solo que no es así. La gente no cambia tanto en un día, a menos que tengan una buena razón para hacerlo, o a menos que alguien tras bastidores los apremie, los maneje a su antojo. Alguien que los manipule en contra de su voluntad y los haga decir y hacer cosas que normalmente no harían y todo
eso sin su permiso, sin que ellos ni siquiera se den cuenta.

-Lo siento, pensé que te lo había dicho, supongo que estuve muy ocupada. Pero ya no tienes que venir más. Ya lo tengo todo cubierto- ella dice, desechando nuestra amistad con un movimiento de hombros. Como si no fuera más importante que un acercón a la escuela.

Yo trago con esfuerzo, aguantando las ganas de cogerla por los hombros y exigirle que me diga que fue lo que pasó, por qué está actuando así, por qué todo el mundo está actuando así y por qué todos unánimemente han decidido volverse en contra mía.

Pero no lo hago. De alguna manera me las arreglo para contenerme, principalmente porque tengo la terrible sospecha de que ya sé la respuesta y si resulta que tengo razón, entonces Alice no es responsable.

-Está bien. Es bueno saberlo.- Digo asintiendo y forzando una sonrisa que definitivamente no siento. -Entonces te veré luego- le digo mientras mis dedos golpean la palanca de cambio y espero por una respuesta que no vendrá y finalmente me alejo cuando Mike se detiene detrás de mi, suena la
bocina dos veces y me hace señas para que me mueva.

En la clase de inglés es aún peor de lo que anticipaba y todavía no he cruzado ni la mitad del pasillo cuando veo que Edward ahora esta sentado junto a Lauren.
Y están tan cerca uno del otro que incluso están tomados de la mano, pasándose notas y susurrándose cosas, mientras yo me quedo sola atrás como una total rechazada.

Presiono mis labios mientras me dirijo a mi escritorio y escucho todos lo susurros de mis compañeros:

-¡Loca! ¡Cuidado, loca! ¡No te caigas, loca!

Las mismas palabras que he estado escuchando desde que salí del auto y aunque no tengo idea de cuál sea su significado, no puedo decir que me molestaban mucho… hasta que Edward también comenzó a decirlas. Porque al momento que él comienza a reír y adoptar un aire despectivo como los demás, lo único que quiero es regresar a mi coche y regresar a mi casa donde estoy a salvo.

Pero no lo hago. No puedo. Necesito mantenerme firme, asegurarme de que es algo temporal, que pronto llegaré al fondo de esto, que es imposible que haya perdido a Edward para siempre.

De alguna manera, esto me ayuda a sobreponerme. Bueno, eso y que el Señorita Angela mandara a callar a todos. Así que cuando la campana finalmente sonó y todo el mundo salió, estoy casi en la puerta cuando escucho:

-Bella, podría hablar contigo un momento?

Agarro el picaporte de la puerta y mis dedos están listos para girarlo.

-No tardaré mucho.

Y yo respiro profundamente y me rindo, mis dedos bregando con el sonido de mi mp3 al segundo que veo su cara.

La señorita Angela nunca me hace quedar después de clases. Ella no es del tipo que le guste conversar y todo este tiempo estuve segura de que completar mis asignaciones y sacar buenas notas en mis exámenes me librarían de este tipo de cosas.

-No estoy segura de cómo decir esto y no quiero meterme demasiado, pero en verdad siento que debo decir algo. Es sobre... Edward.

Es sobre mi verdadero compañero del alma. Mi amor eterno. El que ha sido fan mío durante los últimos cuatrocientos años y ahora me repulsa completamente.

Y de cómo esta mañana él pidió que lo cambiaran de silla porque él piensa que soy una acosadora.

Y ahora, la señorita Angela mi maestra de inglés que ha sido recientemente divorciada, quien tiene buenas intenciones, pero no tiene ni idea de quién soy yo ni Edward, ni nada que no sea novela viejas escritas por autores que llevan muertos mucho tiempo, quiere explicarme cómo funcionan las
relaciones de pareja.

Quiere explicarme cuan intenso es el amor joven. Como todo se siente tan urgente, como si fuera la cosa más importante en el mundo, cuando en realidad no lo es. Habrán muchos otros amores, pero primero tengo que dejar ir este. Y tengo que dejarlo ir. Es imprescindible. Mayormente porque:

-Porque acosar no es la respuesta- ella dice. -Es un crimen. Un crimen muy serio y con serias consecuencias.- Ella arruga el entrecejo, esperando que yo capte la seriedad de todo este asunto.

-Yo no lo estoy acosando- le digo y me doy cuenta muy tarde que el defenderme contra la palabra A, antes de seguir con los pasos usuales de: ¿Él dijo qué? ¿Por qué haría eso? ¿A qué se refiere? Como haría una persona normal, como haría una persona que no sabe nada, me hace parecer sospechosamente culpable. Así que trago con dificultad cuando añado:
-Escuche, señorita Angela, con todo el respeto, sé que su intención es buena y no sé que fue lo que Edward le habrá dicho, pero...

Lo miro a los ojos, viendo exactamente lo que Edward le dijo: que estoy obsesionada con él, que estoy loca, que conduzco a su casa día y noche, que lo llamo una y otra vez, dejando mensajes espeluznantemente obsesivos y patéticos- lo cual podría ser parcialmente cierto, pero aún así…

Pero la señorita Angela no me deja terminar, ella solo mueve su cabeza y dice:

-Bella, lo menos que quiero es ponerme del lado de alguien o meterme entre tú y Edward porque, francamente, eso no es asunto mío y es algo que tú tienes que solucionar y, a pesar de tu pasada expulsión, a pesar de que tú apenas prestas atención a la clase y dejas tu mp3 encendido a pesar de que te pido que lo apagues, sigues siento una de mis alumnas más brillantes y odio ver que juegues con lo que podría ser un brillante futuro y todo por un chico.

Cierro mis ojos y respiro profundamente. Me siento tan humillada que desearía poder simplemente desaparecer en el aire.

No. En realidad es mucho peor que eso. Me siento mortificada, desgraciada, horrorizada, deshonrada y todas esas cosas que definen el querer desaparecer por la vergüenza.

-No es lo que tú piensas- le digo observándolo a los ojos y pidiéndole en silencio que me crea. -A pesar de lo que sea que Edward te haya dicho, esto no es lo que aparenta ser- añado mientras escucho a la señorita Angela suspirar mientras piensa como le gustaría compartir conmigo como fue que ella
se sintió cuando su marido e hija se fueron, como ella pensó que no podría sobreponerse, pero piensa que sería inapropiado decirme eso, lo cual es cierto.

-Si te das un poco de tiempo y enfocas tu atención en alguna otra cosa- ella dice, de verdad queriéndome ayudar, pero aún así sintiendo miedo de meterse demasiado. -Pronto te darás cuenta que...

La campana suena.

Cuelgo mi bolso en mi hombro, presiono mis labios y lo miro.

Y observo mientras mueve la cabeza y dice: -Esta bien. Te escribiré una excusa por llegar tarde. Puedes irte.

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Hola mis dulces lectoras! Esto se pone cada vez más feo... pobre Bella! Que creeís que va a pasar en el próximo capítulo? 
Espero opiniones, que me tireeís tomates o flores xD
Un beso enorme! Os amo!


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